¡Hola! Seiiti Arata. Llega un momento en el que hemos acumulado tantas cosas, que nuestras posesiones en realidad nos pueden poseer. Hoy en día, vemos que hay un camino que se está volviendo cada vez más popular: y eso es darle prioridad a las experiencias en lugar de las posesiones.
1. ¿Tus posesiones están tomando control de ti? Piensa en este examen.
Echa un vistazo en tu casa y responde honestamente: ¿cuántas de tus posesiones nunca has utilizado? Si abres los armarios y cajones, está todo al alcance, ¿o hay tantos objetos apilados que hasta se te olvida qué era lo que estabas buscando?
Hay un sorprendente libro sobre este tema. En el consumismo exagerado, estamos comprando más de lo que necesitamos y estamos acumulando desorden. La exageración de tener y tener artículos no nos trae felicidad y sucede lo contrario: nos hace sentir ansiosos y tenemos dificultades para disfrutar de la vida.
La felicidad no está directamente relacionada con la cantidad de bienes acumulados que poseemos. Hay un punto en el que la adquisición de más objetos significa más preocupaciones. Este es el materialismo exagerado que conduce a un exceso de consumo.
2. ¿La felicidad verdadera viene por las posesiones?
Cuando tomo mi primera taza de café por la mañana, me siento muy cómodo. Pero ya la segunda taza no es tan buena.
Las cosas en la moderación tienden a traer mucha más alegría. Pero demasiado de algo tiene el efecto contrario.
Cuando estamos hablando de bienes materiales, el razonamiento es similar. Hay lugares donde la cultura del consumidor se toma como parte de una identidad. Si estás utilizando un dispositivo que no es de vanguardia o de última, entonces la gente se confunde.
«Pero cómo es posible, pensé que eras una persona exitosa. ¿Por qué no has comprado el nuevo modelo?»
Los productos de consumo terminan generando un estado de ansiedad. Es como que existe la obligación de entender la moda con el fin de vestirse de acuerdo con la tendencia actual. O la obligación de estar utilizando el último gadget tecnológico. Y así esto es un ciclo interminable: la moda cambia todo el tiempo y lo mismo ocurre con la tecnología. Siempre hay nuevas versiones y nuevos objetos, ya que todo está diseñado para que la gente compre sin parar.
3. ¿Qué es importante para ti?
¿Qué tiene más sentido para ti? La valoración de los aspectos del carácter, tales como ser moderado, humilde y responsable de tu propio gasto, ¿o la valoración de los objetos que puedes comprar?
La sobreestimación de las posesiones significa una cosa: el ejemplo a seguir es el estilo de vida que nos permite comprar muchas mercancías.
En el lado honesto, vemos el adicto al trabajo que prioriza su carrera por encima de todo, y dispuesto a subir la escalera corporativa para obtener un salario más alto, más el bono. Para ganar más dinero y, por tanto, comprar más bienes.
Y en el lado deshonesto, hay tantos casos de corrupción, robo y gente que haría cualquier cosa para sacar ventaja, aun cuando eso significa engañar y mentir.
4. ¡No dejes que tus pertenencias se adueñen de ti!
¿Cómo podemos sobrevivir a la tentación de querer tener más y más posesiones? Hay tres maneras.
Un camino es el minimalismo. Deshazte de tus posesiones y vive con tan poco como sea posible.
Otra forma más radical es vivir una vida simple. Tal vez mudarte al campo, con un huerto en el que planeas lo que vas a comer. Ningún ordenador, sin televisión, sin nada. Sólo una vida sencilla como la de tus abuelos.
Pero algo más moderado sería vivir más despacio. Por ejemplo, en el trabajo, si tienes la posibilidad de obtener un ascenso, puedes declinar y preferir permanecer en tu puesto actual, y dejar que otros colegas de la oficina corran hacia la nueva posición. Seguirás recibiendo un sueldo modesto que te proporciona lo suficiente para vivir con dignidad, mientras te niegas a entrar en un nivel más alto con sueldo más grande, pero que requeriría más horas de trabajo y más estrés.
5. Aprecia las experiencias
Al elegir dónde gastar dinero en nosotros mismos, ¿debemos preferir comprar objetos o disfrutar de experiencias? Por lo general, las experiencias traerán más felicidad. Unas vacaciones, un concierto de música, una visita a un parque de diversiones. Todo esto en última instancia, te hará pasarla muy bien. ¡Incluso si las cosas no salen como esperábamos!
Esa es nuestra capacidad de replantear y reinterpretar las situaciones. Si estoy dedicándome a vivir las experiencias más memorables, también puedo mirar en esos momentos donde hay cierta dificultad e interpretarlos como una posibilidad para el crecimiento y el desarrollo.
La valoración de las experiencias es una tendencia cada vez más fuerte. Puede que incluso hayas visto en las tiendas de regalos donde puedes comprar un bono de experiencia: tienen de todo, desde una manicura, hasta salto en paracaídas.
Cuando vemos la tendencia de crecimiento de las ventas de libros digitales y el acceso cada vez mayor a cursos en línea, nos damos cuenta de que la gente está más interesada en el conocimiento y la experiencia en sí misma, en lugar de acumular libros de papel en la estantería como decoración para mostrar a otras personas.
Como siempre, he aquí algunos consejos adicionales.
1. Pregúntate si realmente necesitas tener un artículo antes de comprarlo. ¿Tal vez tendría más sentido pedirlo prestado o alquilarlo?
2. Prueba con un poco de minimalismo. Pon algunas de tus pertenencias en una caja y fíjate un objetivo de 30 días. Si estos 30 días pasan y te das cuenta de que ni siquiera has sacado las cosas fuera de la caja, lo más probable es que puedas vivir sin ellas.
En el siguiente vídeo veremos cómo ordenar mejor nuestra casa. Si te ha gustado este vídeo, haz clic en los similares y compártelos, y por supuesto suscríbete al canal para que la próxima semana podamos continuar esta conversación.